Dos aspectos se recogen en este trabajo:
1. Sentido de las vacaciones estivales para los maestros, visión negativa, pero real.
Otra opinión parecida la manifestaba el Magisterio de León, por aquella época, señalando que "lo que vamos a hacer es respirar aire puro y no la inmundicia de nuestras insalubres escuelas". También argumentaban que no se podían permitir el lujo de ir " a ninguna playa donde los señoritos, por que no tenemos dinero"
2. Realización de las Memorias pedagógicas (obligatorias a todos los docentes), algo así como una reflexión o cosa análoga sobre la tarea educativa. El articulado que se acompaña es muy interesante.
En este sentido en una asamblea de inspectores convocada por el Ministerio de Enseñanza, presidida por Romanones, entre otros aspectos se habló que "Las Memorias no han dado resultados prácticos, los peores maestros son los que han presentado las mejores" (Revista General de Enseñanza, nº 9; 1 de mayo de 1910,)
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