Misión Pedagógica en
Sanabria
Se gestó su creación durante el curso 1933-34, en una
gira que realizó el Teatro y Coro de
Misiones Pedagógicas por diversos pueblos zamoranos ubicados en Mombuey, Sierra
de la Culebra, márgenes del río Tera y Lago de Sanabria.
La
visita a San Martín de Castañeda, impresionó a los integrantes del teatro "... mostrándonos al desnudo su miseria
enferma y desolada, amarga de larga años sin esperanza... niños harapientos,
pobres mujeres arruinadas de bocio, hombres sin edad agobiados y vencidos,
hórridas viviendas sin luz y sin chimeneas, techados de cuelmo y negras de
humo.".
El
grupo de teatro, en su mayoría estudiantes, decidió a la vista de la realidad
observada llevar a cabo un proyecto de un nuevo ensayo de Misión Pedagógica ,
proyecto que fue acogido y aprobado por el Patronato que se encargó de su
estudio y organización, centrando las actividades en San Martín de Castañeda y
extendiendo su acción a los pueblos de Galende, Ribadelago y Vigo de Sanabria.
Se
encargó la dirección de la Misión a D.
Alejandro Rodríguez (inspector de
primera enseñanza de Madrid).
Se
realizó la Misión del 5 al 15 de octubre de 1934.
El
relator de la Misión efectúa unas interesantes descripciones delo entorno:
"... San Martín de Castañeda está
en cuesta al mediodía, apretados establos y viviendas, con una vega rica de
linos adelante, nogales y castaños en
torno, y en lo alto, a la espalda, pobres tierras barcinas superficialmente
arañadas, con patatas y centeno serondo que muchas veces arrastran las
tormentas. Tiene trescientos habitantes..."
Con
relación al maestro, un joven extremeño recién posesionado, indica que está
desolado. Motivos no le faltan. No tiene casa-habitación, la cama y el
elemental ajuar que ha podido traer consigo, está en la misma sala de clase, "...un local sucio, viejo, oscuro y
bajo el techo, un enorme castaño le quita la ya escasa luz. El mobiliario no
puede ser más mísero: unas pocas mesas bipersonales de pupitre; paredes
desmanteladas, renegridas; ventanas con
los cristales rotos .El material pedagógico apenas perceptible y en un
estado lamentable."
Los objetivos
de las Misiones- aparte del romanticismo que algunos ven en su obra- son
directos, operativos y de gran impacto. Señalan que hay que ir a los pueblos con
elementos de acción social inmediata y eficaz; llevar abonos y semillas y
enseñar mejoras de los cultivos tradicionales; dotar a las escuelas de material
útil, fundar comedores, roperos. Llevar a los pueblos y a las escuelas los
elementos precisos para su mejoramiento vital, pero no en calidad de regalo o
de limosna.
La
labor realizada fue revolucionaria, si consideramos el estado de abandono
anteriormente descrito.
Se
dota a la escuela nacional de San Martín de un abundante fondo material
escolar, mobiliario y ropero.
Se
deja en Ribadelago diverso material escolar musical y de higiene bucal
(dentífricos, cepillos de dientes, etc.)
Las
escuelas de Galende y de Vigo, se ven enriquecidas con la donación de una
biblioteca escolar en cada una de ellas.
Realizaciones en el ámbito
sanitario
Se
desarrollaron diversas actuaciones:
Divulgación higiénico-sanitaria
sobre temas de puericultura, higiene de la alimentación y vestido; consejos
prácticos sobre el uso del biberón, higiene del embarazo, etc.
Actuación médica directa sobre
tratamiento de enfermedades agudas, remedios de urgencia y sencillas
intervenciones quirúrgicas.
Reparto de medicamentos
apropiados. Servicio de botiquín bajo custodia del maestro y de los médicos de
la zona, con abundante depósito de medicamentos específicos, reconstituyentes,
febrífugos, calmantes, etc.
Higiene escolar referida a :
desinfección, limpieza y calefacción del local.
Normas preceptivas sobre cuidados
de la piel, cabello y dientes.
Introducción en la cocina escolar
de la sal completa como profilaxis
contra el bocio.
Redacción de menús para el comedor escolar, fijando la tabla
sinóptica de cantidades, coste, etc.
Refieren los
misioneros que en las visitas médicas realizadas vieron graves casos de cáncer,
reumatismo poliarticular, anemia perniciosa, bocio, etc.
Curaron una
estomatitis infantil, una quemadura grave (envuelta en trapos sucios de estiércol), un abceso en
el antebrazo,una piodermitis, varias heridas producidas por caídas, utilización
de herramientas, etc.
Realizaciones en
el ámbito agrícola
El estudio de
las características climatológicas de la región en el año 1933 era el
siguiente:
Temperatura
máxima: 35,2 grados.
Temperatura
mínima: - 9 grados.
Media: 12,40
Humedad
relativa: 68
Lluvia media
anual: 416 mm.
Detectaron una pobreza en los forrajes y
ensayaron la introducción del maíz, en
alternativa de rotación de tres hojas con el centeno y la patata. La semilla
utilizada correspondía a una variedad de maíz
americano (Canadá 315 W) de máxima producción forrajera y de
extraordinaria resistencia al frío.
Otros aspectos
Se realizaron representaciones teatrales. Otros aspectos dignos de
reseñar son los esfuerzos de divulgación en pro de la limpieza e higiene
escolar. En este sentido nos cuentan cómo "... contra la boina, el moño de las niñas, los zapatones de
madera herrada y las sayas y refajos
hasta los pies" emprenden una lucha prudente y adaptada a las
circunstancias, resaltando el logro de sus indicaciones en la transformación
efectuada en algunas niñas y
"... ! qué sorpresa de
belleza en estos niños lavados y limpios ! sus rasgos celtas, ojos de claro
azul, fuertes pómulos, cabello castaño y labios carnosos ".
Descripción de
un personaje y relato de dos acontecimientos
Don Pedro, cura de San Martín es " un clérigo rural de breviario y escopeta, discreto en campechanía y
devoción caliente . De sentido humano, con la frente curtida de soles y las
manos humildes hechas a la rienda, al azadón y al óleo... Vive en una pobre casa
de adobe enjabelgado, con un claro corredor abierto sobre los linares que
rodean el magnífico ábside de San Martín. En un rincón, la escopeta de dos
fuegos; balandrán y bonete en un claro, en el testero principal, una
litografía, la Purísima de Murillo; una cruz negra incrustada en nácar en la
ventana y sobre la camilla con faldas de bayeta verde, el botellín de pólvora y
el devocionario..."
Un acontecimiento que impresionó a los
integrantes de la Misión Pedagógica fue
la presencia de un entierro en San Martín de Castañeda "... va el cadáver
en unas parihuelas, sin ataúd, envuelto
en una sábana blanca, rodeada de gritos y plantos galaicos. Los niños
pululan curiosos entre las cruces caídas y una niña repìte el planto dramático
de las mujeres: ! prenda, prenda... perdónamos, rosa dulce ! Los ojos de los niños presencian cómo al
darle tierra, se quita al cadáver la sábana que servirá para otra vez"
En la visita realizada a un niño enfermo en
Ribadelago, describen: "...Entramos en la casa, pobre, sin luz; en la
cocina misma, llena de humo, la criatura se retuerce sin gritos, mordiéndose
las lágrimas, encogiéndose convulsivamente sobre las rodillas, boca abajo y
hundiendo la cabeza en el jergón. Nos alumbra un candil de aceite y el fuego de
leña. Nada se puede hacer más que aliviarle el dolor con un calmante. Hay que
operar, una intervención en el hospital, y... ante la sola palabra la madre
rompe a llorar a gritos; el padre medita agobiado con los ojos fijos, mordiendo
nervioso un cigarro; un viaje a Zamora, varios días allá y luego esos
hospitales..."
La obra de Misiones Pedagógicas realizada en San
Martín, es considerada por el equipo de trabajo como un ensayo de
acercamiento a los humildes.
Cumplieron íntegramente el programa y
objetivos propuestos. Dejaron junto a la obra material iniciada una huella
moral que no puede reducirse a cifras
estadísticas, correspondida por el cariño, gratitud y emoción de los hombres y
mujeres de San Martín de Castañeda.
F. Trancón
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