viernes, 8 de julio de 2016

MISIÓN PEDAGÓGICA EN EL VALLE DE FORNELA (León, 1935))


(Francisco Trancón Pérez)

Las Misiones Pedagógicas se crearon por decreto de 29 de mayo de 1931. Funcionaron  en calidad de Patronato dependiente del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.

            Las actuaciones fundamentales fueron:                                                  

ü  Fomento de la cultura  general. Se organizaron bibliotecas públicas y circulantes, en 1932 se crearon  (1881 bibliotecas); en 1933 (1970 bibliotecas) y en 1934 (1306 bibliotecas)

ü  Orientación pedagógica al profesorado

ü  Educación ciudadana ( se desarrolló muy poco).


De los objetivos señalados en el decreto de creación destacamos:

1º  Superar el abandono de los poderes públicos en lo que se relaciona con los estímulos culturales distintos de la "obra modesta de la escuela primaria".

2º Buscar nuevos cauces de llevar la cultura, al margen de las tradiciones burocráticas, con el profesorado a las gentes que habitan en localidades rurales.

            El presidente del Patronato y su inspirador fue Manuel Bartolomé Cossío. Otros miembros destacados fueron Óscar Esplá, Rodolfo Llopis, Antonio Machado, Pedro Salinas, Alejandro Casona, etc.

            Acaso sea ésta la realización política de la República que mejor reflejó la inspiración pedagógica de la Institución Libre de Enseñanza y responde, como confirma Tuñón de Lara, al "utopismo educativo tan arraigado en nuestras tradiciones culturales".
            A continuación se describe el funcionamiento de la  Misión Pedagógica realizada en el Valle de Fornela.

  
Misión pedagógica del Valle de Fornela (León)


Se realizó la Misión desde el día 26 de julio hasta el 4 de agosto de 1935. Formaron el equipo de misioneros los inspectores de  primera enseñanza D. Modesto Medina (Madrid) , D. Julián Sánchez Vázquez y D. Luis Vega ( León).
 
Lugar de la Misión

El Valle de Fornela se halla situado en el límite de la provincia de León con la parte occidental de Asturias. El pico de Miravalles se sitúa al norte de esta región y en el “Cuadro” nace una pequeña corriente que origina el río Cua que desemboca en el Sil.
            El terreno, en aquella época, se dedicaba en su mayor parte al cultivo de la patata y en menor proporción al maíz y al centeno.
             El relator de la Misión  indica que “la población agrupada en siete pueblos, cuyo origen han debido ser las “brañas”. Edificación sencilla, de tono gris; la cal apenas  se utiliza y en su lugar se emplea el barro pizarroso. Escasez de huecos en las viviendas y, unidas a éstas los establos y pajares. La cubierta de las casas, es, en su mayoría, de paja. Los pueblos dan sensación de pobreza y miseria, suciedad enorme y desconocimiento de los más elementales principios de higiene”.
            Describe a los habitantes como gente sencilla, “ y dentro del sexo femenino, incultos, atrasadísimos en todos los órdenes”.
            Los problemas mas acuciantes que señalan los misioneros y cuya solución debe ser urgente son éstos:

En el campo sanitario  se precisa un médico y un botiquín. “Hay que ir a buscar al médico a veinte kilómetros y otros tantos hay que recorrer (siempre por malos caminos) para ir a la farmacia. Piénsese que antes de poder dar al enfermo una medicina hay que hacer un recorrido de 80 kilómetros en caballería o a pie, si la época es favorable, pues la nevadas de invierno frecuentemente dejan incomunicados estos pueblos”.

En cuenta a las escuelas se quejan de que  “hoy  resulta imposible el tener maestros en esta región .No permanecen al frente de las escuelas más de días o meses, abandonándolas al no poder soportar las incomodidades de manutención, alojamiento y distancia a centros comunicados.
            Tampoco sienten los pueblos grandemente la necesidad de la escuela y esto tiene una lógica justificación: ¡ no comen ! Hay que proporcionarles antes que escuela despensa”.

            Los pueblos que recorrieron fueron Peranzanes, Guimara,Chano, Trascastro, Faro, Cariseda y Fresnedelo (último pueblo donde actuó la Misión).

            El trabajo de la Misión en cada una de las poblaciones citadas consistió en la realización de conferencias públicas sobre problemas de actualidad o de carácter científico o histórico. Audiciones de discos de canciones populares, música selecta,  proyecciones cinematográficas, etc.
            “Pero lo más interesante de la Misión –comenta el relator- lo que tiene verdadera eficacia, lo que es el nervio de estas actuaciones son los ratos de charla amigable con unos y otros, los paseos por el pueblo, los ratos pasados con ellos en la era, a la puerta de sus casas, conociendo cómo viven, sus trabajos, aconsejándoles en sus cuitas (que son muchas) , en cosas de higiene, de laboreo racional de sus tierras,... de mejoramiento poniéndoles de manifiesto cómo es la vida en otros pueblos más civilizados, con otros medios de comunicación”.
            Efectúa un análisis crítico de la situación de los pueblos visitados en estos términos “ Y después de este contacto con gentes que son de nuestro país, que son ciudadanos del mismo Estado que nosotros, la amargura terrible de apreciar cómo ellos no tienen nada que agradecerle a la Sociedad de la que forman parte y cómo es de grande la injusticia de consentir que sigan viviendo en aquel estado de abandono y pobreza”.