martes, 1 de junio de 2021

APUNTES DE GIMNÁSTICA, manual escolar (Zamora, 1897)

 


Francisco Trancón Pérez

La E. Física en España se integró de forma poco definida en los planes de estudio de la enseñanza secundaria en los institutos a partir de 1896.

El profesorado encargado de impartir esta materia procedía de la Escuela Central de Gimnástica, que a pesar de haber acordado su creación por Ley de 9/3/1883 bajo el impulso de Germán Gamazo, ministro de Fomento, profesor que fue de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), no se llevó a cabo el proyecto, por la salida a los pocos meses del gobierno liberal. Hubieron de pasar cuatro años (1887), con el retorno de los mismos, para que se impartieran los cursos en la especialidad de Gimnasia.

En 1892, tuvo que concluir sus enseñanzas, debido a que el Gobierno conservador   no realizó el presupuesto para su continuidad. Los titulados fueron destinados a centros de educación secundaria de las capitales.  

 

Profesorado de Gimnasia en el instituto de secundaria de Zamora (1896-1899)

El Instituto de segunda enseñanza de Zamora inicia su andadura en 1846. (Véase, “Discurso inaugural de la solemne apertura del Instituto Provincial de 2ª Enseñanza de la ciudad de Zamora.  Memoria leída por D. Bartolomé Morán Pinto”. (7/10/1846).

La cátedra de Gimnasia se crea a partir del año 1897, siendo Ildefonso Ramos Pérez, profesor interino de Gimnasia, quien toma posesión de la asignatura el día 14/7/1897. Había desempeñado este cargo el curso anterior (1896-1897), por tanto, se puede considerar como el primer docente que imparte esta nueva materia en el instituto, aunque aparece referenciada en el cuadro del profesorado y asignaturas de los mismos, sólo nominalmente, sin asignación horaria, alumnado, libro de texto, etc.

En el curso 1897/1898, figura la asignatura de Gimnasia vacante, con un horario   semanal de lunes a sábado incluido, de 11 a 12,30 (por la mañana) y de 4 a 5,30 en la sesión de tarde. En el apartado correspondiente a la distribución de asignaturas, profesorado, etc. que servía de   información al alumnado matriculado en el centro, figura como libro de texto “Prácticas”.

En el curso 1897/1898 es nombrado catedrático interino para la asignatura de Gimnasia, con fecha 3/11/1897 Ángel Domínguez Guerra, que sustituye a Ildefonso Pérez Ramos. Toma de posesión de su cargo el 13/11/1897.

En la R.O de 27 de agosto de 1898, aparece la   convocatoria de las plazas de profesor de Gimnástica de varios institutos provinciales de segunda enseñanza, entre ellos el de Zamora.  Se podía acceder mediante concurso. Los aspirantes tenían que estar en posesión del título de profesor oficial de Gimnástica, acreditando méritos y servicios, para que pudieran ser valorados.

 En el curso 1889/1899, es propuesto como catedrático numerario de Gimnasia, Jaime García Alsina, con fecha 9/5/1899, que no toma posesión de su cargo.

Ángel Domínguez- que supuestamente no había obtenido plaza con carácter definitivo- continúa como responsable de la citada asignatura en calidad de catedrático interino.

 

Apuntes de Gimnástica: características de este manual

Estos apuntes fueron escritos por Ángel Domínguez Guerra, profesor de Gimnasia en el instituto de Zamora, como Apuntes de Gimnástica, (entendemos que desarrollando el libro de texto que figura en el cuadro de información al alumnado-como se indicó anteriormente- con el nombre de “Prácticas”)

 A finales del siglo XIX, es frecuente encontrar en las escuelas de primaria y secundaria, libros de texto redactados por los propios profesores de los centros. Existían pocas editoriales (la más significativas radicaban en Madrid y Cataluña)

La impresión de este manual se realizó en el establecimiento tipográfico de Enrique Calamita, Teatro Principal, Zamora, 1897. Consta de 53 páginas de tamaño cuarto menor

Su obra no se adapta al modelo de libro de texto, es un trabajo muy personal, auto editado, alejado por tanto de los circuitos editoriales de aquella época. No existe ninguna reseña bibliográfica que cite su existencia. Su uso iba dirigido al alumnado en general para su consulta como programa de la E. Física y como complemento teórico de la asignatura.

El contenido de este manual consta de 18 lecciones, distribuidas de la siguiente forma:

Fisiología humana (lecciones 1-5), Actividades gimnásticas (lecciones 6-10) y Ejercicios con aparatos (11-18). En la redacción de este libro se observan influencias de Lladó (1868) García Fraguas (1897), Ferrer Metayna (1893), Sánchez Serrano (1883), etc. autores destacados en temas de Educación Física de aquella época que posiblemente había consultado.

La parte correspondiente a Fisiología del cuerpo humano (que nombra como anatomía topográfica) es un estudio descriptivo, redactado con un lenguaje técnico, complejo, a veces de difícil comprensión.

En las actividades de gimnástica, el autor muestra un conocimiento amplio del tema, redactado con rigor expositivo, de forma sencilla, muy asequible al alumnado.

En el contenido de las lecciones de gimnasia considera algunos aspectos recomendados por la Dirección General de Instrucción Pública con relación a la Gimnasia higiénica (18/3/1894).

El esquema de la tabla o sesión de Educación Física, se dividía en las siguientes partes: ejercicios de orden, preparatorios, fundamentales y finales. Se iniciaban con una distribución y colocación de los alumnos en el lugar para realizar la lección (generalmente en el patio de recreo), seguían ejercicios muy sencillos de elevación de brazos, de piernas, flexiones, torsiones de tronco etc. Posteriormente una vez efectuado el calentamiento general del cuerpo, se entraba en la parte más intensa de la lección consistente en flexiones, extensiones, ejercicios abdominales, laterales, etc. La posición de los alumnos se mantenía guardando una distancia equilibrada entre ellos, normalmente en una distribución por filas. La parte final solía consistir en la realización de alguna carrera o juego.

Curiosamente este diseño metodológico de la lección de gimnasia, perduró hasta los años sesenta del siglo pasado, cuando se instauró la práctica de la gimnasia educativa, que rompió definitivamente con el sistema rígido y secuencial de la etapa anterior para dar protagonismo al movimiento natural y espontáneo del alumno, dotándole de belleza, armonía y estética.

Un apartado fundamental es la utilización de aparatos gimnásticos, cuya práctica solía realizarse de forma independiente, sustituyendo a la lección de gimnasia descrita anteriormente. Subraya Domínguez que la dificultad de adquirir ciertos aparatos costosos y la falta de nociones para usarlos, no debe de ser un obstáculo para la práctica de la gimnasia, se puede prescindir de ellos. No obstante, aconseja la construcción personal de estos utensilios de forma sencilla, indicando pautas y ejercicios que en ellos se pueden realizar.

Indica los siguientes: bastón, barra de hierro, mazas, poleas, paralelas, escalas de madera y de cuerda, planos inclinados, anillas, columpios, venablo y carrera volante. Me detengo en la reseña de este último aparato por su originalidad.

Hace esta descripción “se clava un poste verticalmente en el suelo de seis o siete metros de altura que tiene en su punta libre una rueda como la de un barquillero que puede girar libremente. Se ata a cada radio una cuerda que pende de la tabla para poderla coger sin esfuerzo. Los participantes se sujetan a cada extremo de la cuerda, corren dando vueltas alrededor del poste, tirando de la cuerda y este movimiento no tardará en elevarlos, poniendo solo de tiempo en tiempo los pies en la tierra”

Observaciones

Los Apuntes de Domínguez Guerra constituyen un caso aislado e inédito. Manifiesto la dificultad de encontrar publicaciones análogas efectuadas por otros colegas de los institutos de secundaria de Castilla y León de aquella época.

Su esfuerzo es meritorio, consigue que sus Apuntes figuren como libro de texto en el cuadro de materias a impartir en el instituto. De esta forma intenta hacerse un hueco dentro del cerrado claustro de catedráticos, reivindicando la importancia de la Gimnasia en el currículo de secundaria, participando de forma activa en la vida académica del centro al ser considerados profesores con voz y voto.

A esta obra le faltan ilustraciones de los distintos ejercicios gimnásticos y de los aparatos. Para informar al lector de estos aspectos, se adjuntan varios dibujos, recogidos de la obra de: LLADÓ, Joaquín. “Nociones de Gimnástica higiénica”. Librería de Juan Bastinos e Hijo, editores. Barcelona, 1868.

Indica el autor que el libro analizado continúa con una segunda parte dedicada a aparatos ortopédicos de gimnasia. Posiblemente lo escribiría, pero no he encontrado su publicación.