Francisco Trancón Pérez
La E. Física en
España se integró de forma poco definida en los planes de estudio de la
enseñanza secundaria en los institutos a partir de 1896.
El profesorado encargado de
impartir esta materia procedía de la Escuela Central de Gimnástica, que a pesar
de haber acordado su creación por Ley de 9/3/1883 bajo el impulso de Germán
Gamazo, ministro de Fomento, profesor que fue de la Institución Libre de
Enseñanza (ILE), no se llevó a cabo el proyecto, por la salida a los pocos
meses del gobierno liberal. Hubieron de pasar cuatro años (1887), con el
retorno de los mismos, para que se impartieran los cursos en la especialidad de
Gimnasia.
En
1892, tuvo que concluir sus enseñanzas, debido a que el Gobierno conservador no realizó
el presupuesto para su continuidad. Los titulados fueron destinados a centros
de educación secundaria de
las capitales.
Profesorado de Gimnasia en el
instituto de secundaria de Zamora (1896-1899)
El
Instituto de segunda enseñanza de Zamora inicia su andadura en 1846. (Véase, “Discurso
inaugural de la solemne apertura del Instituto Provincial de 2ª Enseñanza de la
ciudad de Zamora. Memoria leída por D.
Bartolomé Morán Pinto”. (7/10/1846).
La
cátedra de Gimnasia se crea a partir del año 1897, siendo Ildefonso Ramos
Pérez, profesor interino de Gimnasia, quien toma posesión de la asignatura el
día 14/7/1897. Había desempeñado este cargo el curso anterior (1896-1897), por
tanto, se puede considerar como el primer docente que imparte esta nueva
materia en el instituto, aunque aparece referenciada en el cuadro del
profesorado y asignaturas de los mismos, sólo nominalmente, sin asignación
horaria, alumnado, libro de texto, etc.
En
el curso 1897/1898, figura la asignatura de Gimnasia vacante, con un horario semanal
de lunes a sábado incluido, de 11 a 12,30 (por la mañana) y de 4 a 5,30 en la
sesión de tarde. En el apartado correspondiente a la distribución de
asignaturas, profesorado, etc. que servía de información
al alumnado matriculado en el centro, figura como libro de texto “Prácticas”.
En
el curso 1897/1898 es nombrado catedrático interino para la asignatura de
Gimnasia, con fecha 3/11/1897 Ángel Domínguez Guerra, que sustituye a Ildefonso
Pérez Ramos. Toma de posesión de su cargo el 13/11/1897.
En
la R.O de 27 de agosto de 1898, aparece la
convocatoria de las plazas de profesor de Gimnástica de varios
institutos provinciales de segunda enseñanza, entre ellos el de Zamora. Se podía acceder mediante concurso. Los
aspirantes tenían que estar en posesión del título de profesor oficial de
Gimnástica, acreditando méritos y servicios, para que pudieran ser valorados.
En el curso 1889/1899, es propuesto como catedrático
numerario de Gimnasia, Jaime García Alsina, con fecha 9/5/1899, que no toma
posesión de su cargo.
Ángel Domínguez- que supuestamente no
había obtenido plaza con carácter definitivo- continúa como responsable de la
citada asignatura en calidad de catedrático interino.
Apuntes de Gimnástica:
características de este manual
Estos
apuntes fueron escritos por Ángel Domínguez Guerra, profesor de Gimnasia en el
instituto de Zamora, como Apuntes de
Gimnástica, (entendemos que desarrollando el libro de texto que figura en
el cuadro de información al alumnado-como se indicó anteriormente- con el
nombre de “Prácticas”)
A finales del siglo XIX, es frecuente
encontrar en las escuelas de primaria y secundaria, libros de texto redactados
por los propios profesores de los centros. Existían pocas editoriales (la más
significativas radicaban en Madrid y Cataluña)
La
impresión de este manual se realizó en el establecimiento tipográfico de
Enrique Calamita, Teatro Principal, Zamora, 1897. Consta de 53 páginas de
tamaño cuarto menor
Su
obra no se adapta al modelo de libro de texto, es un trabajo muy personal, auto
editado, alejado por tanto de los circuitos editoriales de aquella época. No
existe ninguna reseña bibliográfica que cite su existencia. Su uso iba dirigido
al alumnado en general para su consulta como programa de la E. Física y como
complemento teórico de la asignatura.
El
contenido de este manual consta de 18 lecciones, distribuidas de la siguiente
forma:
Fisiología
humana (lecciones 1-5), Actividades gimnásticas (lecciones 6-10) y Ejercicios
con aparatos (11-18). En la redacción de este libro se observan influencias de
Lladó (1868) García Fraguas (1897), Ferrer Metayna (1893), Sánchez Serrano
(1883), etc. autores destacados en temas de Educación Física de aquella época
que posiblemente había consultado.
La
parte correspondiente a Fisiología del cuerpo humano (que nombra como anatomía
topográfica) es un estudio descriptivo, redactado con un lenguaje técnico,
complejo, a veces de difícil comprensión.
En
las actividades de gimnástica, el autor muestra un conocimiento amplio del
tema, redactado con rigor expositivo, de forma sencilla, muy asequible al
alumnado.
En
el contenido de las lecciones de gimnasia considera algunos aspectos recomendados
por la Dirección General de Instrucción Pública con relación a la Gimnasia
higiénica (18/3/1894).
El
esquema de la tabla o sesión de Educación Física, se dividía en las siguientes
partes: ejercicios de orden, preparatorios, fundamentales y finales. Se
iniciaban con una distribución y colocación de los alumnos en el lugar para
realizar la lección (generalmente en el patio de recreo), seguían ejercicios
muy sencillos de elevación de brazos, de piernas, flexiones, torsiones de
tronco etc. Posteriormente una vez efectuado el calentamiento general del
cuerpo, se entraba en la parte más intensa de la lección consistente en
flexiones, extensiones, ejercicios abdominales, laterales, etc. La posición de los
alumnos se mantenía guardando una distancia equilibrada entre ellos,
normalmente en una distribución por filas. La parte final solía consistir en la
realización de alguna carrera o juego.
Curiosamente
este diseño metodológico de la lección de gimnasia, perduró hasta los años
sesenta del siglo pasado, cuando se instauró la práctica de la gimnasia
educativa, que rompió definitivamente con el sistema rígido y secuencial de la
etapa anterior para dar protagonismo al movimiento natural y espontáneo del
alumno, dotándole de belleza, armonía y estética.
Un
apartado fundamental es la utilización de aparatos gimnásticos, cuya práctica
solía realizarse de forma independiente, sustituyendo a la lección de gimnasia
descrita anteriormente. Subraya Domínguez que la dificultad de adquirir ciertos
aparatos costosos y la falta de nociones para usarlos, no debe de ser un
obstáculo para la práctica de la gimnasia, se puede prescindir de ellos. No
obstante, aconseja la construcción personal de estos utensilios de forma
sencilla, indicando pautas y ejercicios que en ellos se pueden realizar.
Indica
los siguientes: bastón, barra de hierro, mazas, poleas, paralelas, escalas de
madera y de cuerda, planos inclinados, anillas, columpios, venablo y carrera
volante. Me detengo en la reseña de este último aparato por su originalidad.
Hace
esta descripción “se clava un poste verticalmente en el suelo de seis o siete
metros de altura que tiene en su punta libre una rueda como la de un
barquillero que puede girar libremente. Se ata a cada radio una cuerda que
pende de la tabla para poderla coger sin esfuerzo. Los participantes se sujetan
a cada extremo de la cuerda, corren dando vueltas alrededor del poste, tirando
de la cuerda y este movimiento no tardará en elevarlos, poniendo solo de tiempo
en tiempo los pies en la tierra”
Observaciones
Los
Apuntes de Domínguez Guerra constituyen un caso aislado e inédito. Manifiesto
la dificultad de encontrar publicaciones análogas efectuadas por otros colegas
de los institutos de secundaria de Castilla y León de aquella época.
Su
esfuerzo es meritorio, consigue que sus Apuntes figuren como libro de texto en el
cuadro de materias a impartir en el instituto. De esta forma intenta hacerse un
hueco dentro del cerrado claustro de catedráticos, reivindicando la importancia
de la Gimnasia en el currículo de secundaria, participando de forma activa en
la vida académica del centro al ser considerados profesores con voz y voto.
A
esta obra le faltan ilustraciones de los distintos ejercicios gimnásticos y de
los aparatos. Para informar al lector de estos aspectos, se adjuntan varios
dibujos, recogidos de la obra de: LLADÓ, Joaquín. “Nociones de Gimnástica
higiénica”. Librería de Juan Bastinos e Hijo, editores. Barcelona, 1868.
Indica
el autor que el libro analizado continúa con una segunda parte dedicada a
aparatos ortopédicos de gimnasia. Posiblemente lo escribiría, pero no he
encontrado su publicación.
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